«A falta de pan, casabe!»

El casabe de yuca (o simplemente casabe o cazabe) es un pan ácimo, crujiente, delgado y circular hecho de harina de yuca, este se asa en un budare, comal o a la plancha. Su producción y consumo se remonta a tiempos prehispánicos; se elabora a partir de la yuca o mandioca.
La yuca o mandioca era junto al maíz uno de los principales cultivos de la época precolombina. Debido a las posibilidades de conservación, el casabe era una de las fuentes fundamentales de alimentación de los indígenas del norte del subcontinente, y era parte de la dieta tradicional de los taínos, habitantes nativos del Caribe.
El casabe fue originalmente producido por los nativos americanos arahuacos, taínos y caribes en toda la cuenca caribeña, en Cuba, República Dominicana/Haití, Puerto Rico, Jamaica, Bermuda, Islas Cayman y Antillas Menores , estas raíces eran de una planta muy común en los bosques tropicales pluviosos donde ellos vivieron.
En el Este de Venezuela muchos grupos étnicos indígenas hacen casabe y permanece como alimento o pan principal. Las comunidades indígenas como los ye-kuana, kari-ña, yanomami, piaroa, guarao o warao mantienen estas tradiciones.
En Venezuela la confección de este alimento tradicional incorpora hoy cierta tecnología, como prensas mecanizadas y máquinas para el rallado o burenes para un mejor aprovechamiento del calor y permitir elaborar varias tortas a la vez.

Actualmente es consumido en distintas zonas de Venezuela y existen varios tipos, hacia el Sur del país se elabora una variedad más gruesa y hacia el llano una variedad más fina llamada cazabe «galleta» por su fragilidad al tacto.
También se elabora un dulce con una combinación del cazabe con papelón o panela y queso de año al que se le da el nombre de naiboa.
El casabe se come hoy con mojito, con aceite, o con vegetales. También se pueden preparar con casabe una serie de deliciosos platos, como:
casabe con azúcar, coco, almíbar…  cierto tipo de pan, pues, como bien dice una frase tradicional: «!A falta de pan, casabe!».           

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Preparación:

Se pela la yuca. Se lava. Se ralla. Se deja escurrir en un colador. Se prensa muy fuertemente para sacarle todo el jugo. Para prensarla puede utilizarse un sebucan (utensilio indigena para este fin hecho de fibras de cana), una prensa, un cincho o simplemente un pano que con la yuca rallada en su interior se tuerce fuertemente hasta sacarle todo el jugo o «yare», que es venenoso y del cual se obtiene el almidon de yuca.  Sobre un budare caliente se vierte la cantidad de yuca necesaria para cubrirlo. Se extiende esta con una espatula de madera para formar una capa de unos 3 milimetros de espesor, rellenandola donde sea necesario, y se cocina hasta que la harina se aglutine o endurezca, doblando y apretando el borde con una espatula (alrededor de I centimetro) para hacerlo mas fuerte y manejable. Se cocina hasta que comience a dorar y se pueda voltear y este completamente dura y manejable. En el sistema de elaboracion popular del cazabe, estas «tortas» se ponen luego junto al fuego o budare, apoyadas entre palos para que se acaben de secar.  Finalmente se ponen las tortas al sol para que se sequen bien y no corran peligro de enmohecerse

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10 pensamientos en “«A falta de pan, casabe!»

  1. Suena espectacular, también he leído que se hace algo parecido con las semillas de mamoncillo o quenepa, en sustitución de la yuca pero no he encontrado el procedimiento, sabrás algo al respecto?

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